El Colegio La Presentación de Ibagué es una edificación emblemática dedicada a la educación y la enseñanza como misión principal, establecida desde su fundación a inicios del siglo XX. Su historia comienza con la llegada de las Hermanas de la Presentación a la capital del Tolima, quienes fundaron el colegio el 1 de octubre de 1901. A pesar de las dificultades y constantes traslados durante las primeras décadas, las hermanas finalmente se establecieron en una casa amplia ubicada en el Parque Bolívar, donde actualmente se encuentra el colegio.
En 1943, el colegio sufrió un devastador incendio que destruyó por completo sus instalaciones. Sin embargo, este trágico evento no detuvo su progreso ni la enorme labor al servicio de la comunidad. En 1944, comenzó su reconstrucción con la tipología arquitectónica que se conserva hasta el día de hoy. Desde entonces, el colegio expandió su función educativa, integrando no solo bases sólidas en formación académica, sino también la enseñanza de artes y oficios en respuesta a las necesidades de la ciudad.
Este colegio es uno de los vestigios históricos más importantes de Ibagué, no solo por su arquitectura representativa del siglo XX, sino también por su legado educativo y cultural, que ha sido fundamental para el desarrollo de la ciudad y sus habitantes.
Su construcción está ubicada en el costado occidental de la Plaza de Bolívar, implantada en un área total de 6.135 m² y con una altura de 11.5 m. La edificación se desarrolla en una planta rectangular que cuenta con dos patios centrales, separados entre sí por un bloque que conecta ambas áreas mediante un diseño de planta libre. Su estructura consta de tres niveles. Entre los aspectos más destacados de esta edificación se encuentra su hermosa capilla, destinada a la oración, ubicada en el segundo nivel.
La construcción emplea materiales como ladrillo y cemento en los muros, columnas de cemento y vigas de entrepiso, mientras que las escaleras y la estructura del techo, cubierto con teja de barro, reflejan técnicas constructivas representativas de la época.
La fachada del colegio se caracteriza por su sobriedad y austeridad, elaborada en ladrillo a la vista, con ventanales y lumbreras dispuestos de manera que equilibran y generan armonía entre los espacios destinados a oficinas y aulas de clase.