Bien de Interés Cultural Nacional. En cuanto al diseño del Conservatorio del Tolima la primera etapa comienza en 1914, en una casa esquinera de tapia pisada con un gran solar, para la construcción de la sede de la Escuela Normal de Varones. La segunda etapa en 1915 se realiza una ampliación hacia el costado norte, completando todo el paramento hacia la calle, y se añade el segundo piso. La tercera etapa ocurrió en 1928, cuando la edificación toma el carácter de claustro como hoy la conocemos; este nuevo tramo intentaría retomar elementos tipológicos de la edificación anterior, como fueron los ritmos, las proporciones de vanos de la fachada y los acabados.
En 1914 se autoriza la construcción o compra de un bien para destinarlo a la creación de la Escuela Normal de Varones de Ibagué.
En marzo 1920, la Asamblea Departamental concede auxilios para el funcionamiento del “Conservatorio de Música del Tolima” en mayo de ese mismo año se instaura el estatuto orgánico del Conservatorio de Música, dividiéndolo en dos escuelas independientes, una para mujeres y otra para hombres. Este proceso es relevante por el apoyo económico y porque se le da el nombre de Conservatorio reemplazando el antiguo de Academia; además, no se seguiría llamando de Ibagué sino del Tolima.
En 1928, a la institución, le es asignada la edificación actual y se hacen las primeras intervenciones para adecuaciones formales, momento que es definitivo para la vida del futuro Bien de Interés Cultural Nacional. En 1932 se construye la Sala de conciertos Beethoven obra del ingeniero Helí Moreno, por tal motivo un busto en bronce de Ludwig Van Beethoven preside el escenario, en 1933 el maestro en pintura Domingo Moreno Otero elabora 16 medallones en óleo sobre lienzo con marcos en yeso, dorado y policromado, representando retratos de grandes maestros de la música clásica y barroca.
En 1934 se inaugura la Sala Alberto Castilla en honor al maestro artífice y gestor de los procesos formativos de la institución. Sus materiales de construcción generan un cambio respecto a los utilizados tradicionalmente en la edificación, ya que se introduce la estructura de concreto y el ladrillo a la vista, que en su interior realmente no se percibe al estar totalmente recubierta por diferentes elementos ornamentales en yeso. Cuenta con una capacidad para 378 espectadores.
A partir de 1959 y hasta 1999 estuvo como directora la maestra Amina Melendro a ella se atribuye el avance a Universidad Musical en 1983. Durante varios años se celebró el Concurso Internacional de Coros con asistencia de coros de varios países de América y de Europa. En 1994 fue declarado Monumento Nacional mediante la Ley 112 del 19 de enero 1994 y dos años más tarde se hace la declaratoria de la Sala Alberto Castilla y la Colección de Lienzos del maestro Domingo Moreno Otero mediante el Decreto 745 del 24 de abril 1996.
En 1950 cambian por completo el estilo neoclásico característico de las edificaciones institucionales en Colombia, pasando a tener una fachada de influencia premoderna; vale la pena aclarar que este cambio solo se hace sobre la calle 9 (costado noroccidental) afectando de manera significativa los valores morfológicos del inmueble.
Otra de las obras que tienen gran repercusión es la demolición del ático del cuerpo central de la fachada, el cual denotaba claramente el acceso que tuvo la escuela de varones.
El Conservatorio del Tolima siguió creciendo y tuvo que realizar ampliaciones; en 1970 se decide adherir las antiguas casas colindantes por el costado suroriental con el Salón Alberto Castilla. Sin embargo, estas casas no suplirán totalmente y se realiza la construcción de un área totalmente nueva para salones frente a la Sala Alberto Castilla, Este módulo no genera una relación armoniosa, por lo que se le considera una intervención desafortunada del conjunto.
En 1998, se realizan las primeras obras de restauración de las vigas soleras y estructura de cubierta de las casas tradicionales, impermeabilización de las piletas del patio central del claustro y del patio anexo al salón Alberto Castilla, y se incluyeron también las luces del salón Alberto Castilla. En 2001 creó el Colegio Amina Melendro de Pulecio, por lo que el conservatorio decide suprimir el bachillerato musical. Esta decisión libera el edificio de su hacinamiento, permitiendo evidenciar su nivel de deterioro real. Ese mismo año se inicia la restauración profunda encargada al arquitecto Lisímaco Ortega Gálvez, mientras que la restauración de la Sala Alberto Castilla, terminada en el año 2000, estuvo a cargo del arquitecto Armando Cortes Torres. En 2007, en aras de mitigar los efectos nocivos del tráfico vehicular frente a la fachada de la Sala Alberto Castilla, se enriquece el urbanismo con la construcción del Parque de la Música.
A partir del año 2016 hasta la fecha se vienen realizando nuevas y constantes intervenciones en pro del mejoramiento de la calidad de los espacios y la oferta académica, se han realizado obras de restauración, remodelación y mejoramiento, es así como se intervinieron los patios internos, la cafetería, los baños, salas de ensayo, el mantenimiento del claustro en general, la sala Alberto Castilla y se inauguraron los salones de luthería, producción y percusión entre otros, lo anterior dotado de la tecnología necesaria para ejercer nuevos retos de enseñanza con el mayor respeto por el patrimonio cultural.
