Se encuentra ubicado en la esquina de la carrera 3ª con calle 10 A, frente al Parque Murillo Toro de la ciudad de Ibagué, diagonal a la catedral y a la gobernación del Tolima, generando en la actualidad una composición arquitectónica aportando riqueza patrimonial al desarrollo urbano de la ciudad. Su construcción data del año 1948.
El edificio café parís conocido desde entonces por ser lugar de encuentro por diferentes músicos de origen internacional, y lugar preferido para reuniones y discusiones de índole político y cultural, al tiempo que se disfrutaba de un buen café de la época de antaño. Mirando hacia el balcón de la edificación, se escuchaban los discursos pronunciados por dos expresidentes: Alfonso López Michelsen y Julio César Turbay Ayala, desde esta tribuna en el segundo piso, donde por más de 20 años fue sede del partido Liberal, funciono también la emisora Ecos del Combeima; y en la actualidad un restaurante de un reconocido político conservador del departamento del Tolima.
Su forma es curva en la esquina que continúa con líneas horizontales, generadas por las placas de entrepiso que sobresalen en la fachada de las tres plantas superiores de su plano vertical, generando visualmente movimiento a su fachada. En el segundo y tercer piso utilizan la parte central curva que sobresale de la placa para generar pequeños balcones con barandas metálicas simples de la época en que fue construido. Y el cuarto piso, antiguamente, era una terraza descubierta con barandas en tubos metálicos, hoy en día los tubos se conservan, pero se encuentra edificado para su uso actual. Es importante destacar que esta edificación actualmente conserva estructuralmente su sistema original.
El diseño de esta edificación, pertenece al estilo moderno. Su arquitectura se distingue por implementar formas sutiles, pero elegantes, generando una apariencia en su fachada limpia, al igual que en sus espacios interiores. Dándole así valor a los elementos estructurales.
A pesar de ser de estilo moderno, ha tenido varias intervenciones y cambio de uso a través del tiempo, pero se ha respetado estructuralmente su sistema original, aunque ha perdido muchos de sus valores ornamentales interiores, aun en la actualidad es catalogada como bien de interés cultural municipal.
Las transformaciones del Edificio Café París, han sido en puertas, ventanas, pisos, demoliciones de algunos muros internos y externos. Además, su parte externa recibió un cambio de color en las piedras lajas que protegen la fachada.
La edificación resiste el paso del tiempo y queda como testigo mudo de hechos relevantes y trascendentales de la ciudad y la región.