Descripción

El edificio Casa Urrutia es una de las viviendas más representativas construidas en las primeras décadas del siglo XX, más exactamente entre los años de 1923 y 1929, en la ciudad de Ibagué. Este inmueble adquiere un significado especial al estar ubicado en una de las esquinas del centro histórico de la ciudad, en la Plaza de Bolívar. Desde entonces, ha sido testigo de los acontecimientos más importantes de la historia del siglo XX y lo que va del siglo XXI.

Su estilo arquitectónico republicano resalta en este espacio al ser uno de los últimos vestigios de esta tipología en el sector, constituyéndose como un hito que refleja las formas de construcción de la época.

Este edificio ha tenido diversos usos a lo largo de su historia, destacándose como un espacio de habitabilidad, combinado siempre con un uso mixto que incluye oficinas y actividades educativas. Fue sede de la Universidad del Tolima y, actualmente, es utilizado por la Universidad Cooperativa de Colombia.

La casa o edificio Urrutia se encuentra ubicada en la esquina del Parque de Bolívar, sobre la carrera 2 con calle 10. Está construida en un área de 391 m². Su tipología arquitectónica se caracteriza por ser una representación de la arquitectura republicana con integraciones adicionales solicitadas por su dueño, lo cual hace que su fachada resalte por los detalles.

La construcción se desarrolla en planta rectangular, a la cual se accede por un zaguán que conduce o desemboca en un patio central adoquinado y ornamentado con columnas circulares. Este edificio tiene una fachada muy específica y única, con un carácter ordenado en la parte superior. El acceso principal destaca por contar con columnas corintias que enmarcan y aportan una mayor estética a la entrada principal. Esta posee un frontón de gran tamaño en hierro, muy propio de su tipología arquitectónica.

Dentro de estas configuraciones en la estructura, destaca una en particular: la fachada pertenece a este estilo arquitectónico, pero su estructura espacial interna resguarda el estilo colonial, identificado por el zaguán que conduce al patio central, desde el cual se desglosan sus espacios de uso. Estéticamente, no ha sido intervenida su fachada, más allá de algunas adecuaciones en la marquetería de ventanas y puertas en los años 90. Además, se destacan sus múltiples cambios de uso a lo largo del tiempo, sin que haya sido afectado de ninguna manera el interior.